Si has estado siguiendo las noticias últimamente, seguro has escuchado sobre los aranceles que Donald Trump impuso a México en 2025. No es la primera vez que este tema aparece en el radar, pero esta vez viene con fuerza y está generando olas en ambos lados de la frontera. Hoy, 6 de marzo de 2025, te cuento qué está pasando, por qué importa y cómo podría impactar tu día a día, ya sea que vivas en México, Estados Unidos o simplemente estés interesado en el comercio global.
¿De dónde vienen estos aranceles?
Todo empezó con la reelección de Trump y su promesa de mano dura contra el narcotráfico y la migración. Desde el 1 de febrero de 2025, anunció un arancel del 25% a todas las importaciones mexicanas (y canadienses también, por cierto), culpando a México por el flujo de fentanilo y migrantes que cruzan la frontera. No es una idea nueva; en 2019 ya había amenazado con algo similar, pero esta vez no se quedó en palabras. Aunque hubo una pausa de 30 días tras negociaciones con la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, los aranceles finalmente entraron en vigor el 4 de marzo. ¿La razón? Trump dice que México no está haciendo lo suficiente.
Sheinbaum, por su parte, no se ha quedado de brazos cruzados. Ha prometido medidas de respuesta para el 9 de marzo y asegura que México no será el chivo expiatorio de problemas que también tienen raíces en Estados Unidos, como el tráfico de armas hacia el sur. Es una partida de ajedrez económico y político que apenas comienza.
¿Qué significa esto para ti?
Si te preguntas cómo te afecta esto, la respuesta depende de dónde estés. En México, más del 80% de las exportaciones van a Estados Unidos: autos, aguacates, tequila, piezas de maquinaria. Con un arancel del 25%, esos productos se encarecen allá y las empresas mexicanas podrían perder competitividad. Algunos expertos ya hablan de una posible recesión si no se resuelve pronto.
En Estados Unidos, prepárate para pagar más por tu guacamole o tu próximo coche. Las empresas absorberán parte del costo, pero mucho se trasladará a los consumidores. Y no olvidemos el T-MEC: este tratado comercial supuestamente garantizaba libre comercio entre México, EE.UU. y Canadá, pero Trump lo está esquivando con el argumento de «seguridad nacional». Es un golpe duro a la confianza entre socios.
¿Funcionan los aranceles para lo que Trump quiere?
Aquí viene el debate. Trump dice que esto obligará a México a frenar el narco y la migración, pero la historia nos dice otra cosa. En 2019, tras amenazas similares, México envió miles de guardias a la frontera y detuvo a más migrantes, pero el problema no desapareció. El fentanilo sigue entrando, a menudo desde China o por puertos legales en EE.UU., no solo por México. Y la migración tiene causas profundas –pobreza, violencia– que no se resuelven con tarifas.
Muchos economistas coinciden: los aranceles castigan más a los consumidores que a los gobiernos. En lugar de soluciones reales, podrían ser solo una herramienta de presión política que termine costándonos caro a todos.
¿Qué podemos esperar?
El próximo domingo, Sheinbaum dará más detalles sobre la respuesta de México. Podríamos ver aranceles espejo a productos estadounidenses como maíz o carne, o medidas más creativas como restricciones a exportaciones clave. Mientras tanto, Trump parece firme, pero ha dejado la puerta abierta a negociar si México «se pone serio». Es un juego de resistencia, y el desenlace podría definir la relación bilateral por años.
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